Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. (Juan 6:68)
El Señor es bueno. Cuando llegan la angustia y la desesperación él es el mejor refugio. Protege a todos los que en él ponen su confianza;
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. (Salmos 32:8)
Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde, y de lejos reconoce al orgulloso. (Salmos 138:6)
Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos. (Proverbios 23:26)
“Nunca más volverás a beber la copa de mi ira”. Es la declaración hecha por el único Dios verdadero. Por el Dios misericordioso que aboga por su pueblo.
Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz,