No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10) RVA
Los estudiosos de la Biblia afirman que hay un “No temas” para cada día del año. ¡Esto es interesante! ¿No le parece?
A mí particularmente me dice dos cosas:
1. Todos los días vamos a enfrentar situaciones que nos intimidan.
2. El Señor ha prometido estar con nosotros todos los días de nuestra vida. Leamos a continuación dos citas bíblicas como ejemplo:
…no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20)
En algunas ocasiones hemos llegado a pensar que, el tener a alguien que nos haga compañía es el remedio para quitar el temor. De ahí que hayan personas que por no tener ese “alguien” recurren a alternativas como mantener el televisor encendido para sentirse acompañadas y más tranquilas.
Amigo lector, permítame compartir con usted una breve nota al respecto. Bien sabemos que el temor está dentro de nosotros y no fuera. Por tanto, la compañía de un ser humano no es suficiente. Mucho menos la de un televisor. Solo existe uno que puede erradicar el temor por completo y se llama Jesucristo. Él es, quien a cambio del espíritu de miedo, nos ha dado Espíritu de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
La compañía del ser humano no garantiza nuestra seguridad. Ningún hombre es infalible. De manera que siempre vamos a necesitar de alguien superior a los hombres para vivir totalmente protegidos.
Es pues, la presencia permanente de Dios a nuestro lado la que nos brinda absoluta seguridad. Dios es digno de toda confianza porque Él es todopoderoso. Esta verdad absoluta la he ido aprendiendo a través de mi propia experiencia y no solo por escuchar a otros.
En cierta ocasión, cuando mi vida estaba en peligro. Cuando mi seguridad se veía amenazada. Sola, encerrada en una habitación; a altas horas de la noche y sin poder dormir, me asaltaban grandes temores. En mi ignorancia y por falta de confianza en Dios trataba de protegerme con mis propios recursos. Una de esas noches cuando me encaminaba a colocar una silla detrás de la puerta para sentirme segura, escuché en mi espíritu la voz del Señor que me dijo: ¿Confías más en una silla que en mí? Hoy lo digo con una sonrisa y con cierta vergüenza. Pero ciertamente en ese momento, una simple silla era parte de mi seguridad.
Amigo lector, no se en qué te estás apoyando para sentirte protegido. Tal vez tu seguridad la determinan tus ingresos financieros… La adquisición de un seguro…Establecerte en el lugar más tranquilo de la ciudad…Etc. Pero quiero reiterarte que la única e infalible seguridad nos es dada en Jesús. Es por eso que cuando depositamos nuestra confianza en su Palabra, el “No temas” se convierte en nuestro mayor Seguro de Vida.
¡Bendice oh alma mía y confía en tu Hacedor!
No te turbes, pues, tienes esta gran promesa.
Cristo es Rey de reyes. Él es poderoso vencedor,
Así que, no temas sino recibe nuevas fuerzas.
¡Oh Ciertamente Dios puede guardarme!
De modo que no debo temer a ningún mal.
Él dice estoy contigo no temas ni desmayes,
Me mantendré entonces firme sin vacilar.
Y aunque me ataque un enemigo vencido,
La diestra del Señor estará siempre conmigo.