El Señor es bueno. Cuando llegan la angustia y la desesperación él es el mejor refugio. Protege a todos los que en él ponen su confianza;
él conoce bien a los que le son fieles. (Nahúm 1.7) NBV
En el libro de los Salmos, en la mayoría de los casos encontramos oraciones del rey David pidiendo protección y ayuda al Señor, a causa de las persecuciones, la angustia y la desesperación. Es evidente entonces que tuvo que pasar por aflicciones tal como tú y yo.
Y es que por causa del pecado que entró en nosotros desde nuestros primeros padres (Adán y Eva), hoy vivimos en un mundo atiborrado de conflictos, luchas y dificultades.
Acerca de ello, Jesús nos advirtió diciendo:
“…En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16.33b)
Este es un anuncio muy anticipado para que las aflicciones no nos tomen de sorpresa, sino que nos lleven más cerca de Dios y seamos fortalecidos.
Nota bien el precedente resaltado en el texto inicial que dice: “El Señor es bueno”. ¿Qué indica esto?... Que cuando lleguen la angustia y la desesperación, Dios seguirá siendo nuestro mejor refugio”…Recordemos también que la angustia no es todos los días. La angustia no es todo el tiempo y tampoco es para siempre. La angustia tiene un término, tiene fecha de expiración. Por último, debemos decir que la angustia, ¡Así como llega también tendrá que irse! ¡Aleluya!
El día de la angustia llegará, mas Dios estará aguardando por los que han determinado refugiarse en Él. Por los que en su Santo Nombre han confiado. (Salmos 33:20-21)
Quisiera yo acudir a ti siempre oh Señor,
Para ser abrigada bajo tus alas de amor.
¡Eres mi refugio eterno mi Salvador Amado!
Anhelo con el alma estar siempre a tu lado.
Y aunque angustias aquí yo tenga que pasar,
Sé que en el Señor mi Dios las fuerzas tengo.
Que, aunque el enemigo me quiera intimidar,
Dios es mi protección, Él es mi refugio eterno.
Esta es la razón de mi completo bienestar,
El eterno y perfecto amor que radica en ti.
Pues tú me sustentas y por ti yo puedo vivir,
Convencida que nada de ti me va a apartar.
Y aunque el enemigo con furia me quiera tocar,
Tu Santo Espíritu levanta bandera y le hace huir.
Le doy la Gloria al que vive para siempre,
Al todopoderoso misericordioso y clemente.
Tú siempre eres bueno y te dueles del castigo,
Doy muchas gracias al Señor por sostenerme,
Te alabo oh Padre porque me has fortalecido.
Con estas fuerzas que me imprimes cada día,
Para el cumplimiento de tus planes perfectos.
Avanzo hacia la meta del supremo llamamiento,
Cumpliendo tu llamado, siendo feliz el alma mía.
No hay ninguna razón, realmente no la habría,
Si permito al mundo determinar mis prioridades,
¿Entonces para qué salí del vientre de mi madre?
¿Por qué te placiste salvarme la vida Oh Padre?
¡No fue para proclamar tu Nombre con valentía?
Porque me conoces desde antes del mundo fundar,
Mis más íntimos pensamientos no te puedo ocultar.
En el embrión tus ojos me vieron antes de nacer,
Y preparaste el camino que yo tendría que recorrer.
Tengo mi identidad definida en ti ¡Oh mi Señor!
Porque has plasmado de lo tuyo en mi corazón.
Por tanto, la tribulación no empañará mi llamado,
Y ni la muerte ni la vida me separarán de tu lado.
Te hago la invitación a ti que lees estas frases,
A que hagas un alto en el camino y reflexiones.
Mira, ¡No es casualidad que algo extraño te pase!
¡Sin que haya en Dios las más nobles intenciones!
Te pregunto: ¿Cuáles son tus reales motivaciones?
¿Conoces el propósito por el cual Dios te ha creado?
Si andas errante en la vida o te sientes desesperado,
Aquí te tengo una noticia que te puede interesar.
Y es que Dios te ha formado no lo vayas a olvidar,
Con un diseño divino para que vivas a su lado.