¡NO RETROCEDAS!

 

Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. (Hebreos 10:38)

Antes de introducirnos en el tema, quisiera que respondiéramos a ésta pregunta: ¿Qué tan relevantes son las obras de justicia?

En muchas ocasiones yo había considerado que las obras de justicia se referían solamente a lo “justo”…"equilibrado"…”equitativo”. Pero hoy entiendo que cada acto de fe se constituye en una obra de justicia; y a su vez, cada obra de justicia es un peldaño en mi crecimiento espiritual para alcanzar la madurez plena como persona justa.

Acerca de la fe como obra de justicia, las Sagradas Escrituras declaran en Hebreos 11:6 que:

- Sin fe es imposible agradar a Dios. Es evidente entonces que, es imposible tratar de agradar a Dios siendo indiferentes a su Palabra, ya que nuestra naturaleza espiritual se desarrolla a través de la fe y no en dependencia de nuestros sentidos naturales. Dicho de otra manera en Romanos 10:17, la fe viene por el oír (obedecer) la Palabra de Dios.

Es imposible vivir alineados con los designios divinos cuando actuamos según nuestro propio parecer, sin tomar en cuenta el consejo de Dios.

Así como Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar, así también nuestra fe es revelada a través de nuestras obras. Sin olvidar que no somos justos por causa de ellas, sino por causa de la preciosa sangre que nuestro Señor Jesucristo derramó en la cruz del Calvario. Pues, al que no conoció pecado, (Dios el Padre) por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (En Cristo). (2 Corintios 5:21)

Nuestras obras de justicia dan vida a nuestra fe,

Entonces con cada acto de fe a Dios me acercaré.

Cada obra de justicia que yo haga de mi declara,

Que mi fe sin duda alguna está siendo ejercitada.

 

Señor, que mis obras de justicia sean con la fe suficiente,

De tal manera que alcance las promesas de tu palabra.

Tú inclinas mi alma para que te anhele ardientemente,

Y yo rindo mi voluntad para vivir a ti consagrada.

Señor, ayúdame por favor a no retroceder jamás,

Dame el gozo de vivir caminando en tu verdad.