AÑO NUEVO VIDA NUEVA

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)

Ya el reloj marcó las 12:00. Se ha iniciado un nuevo año. Entre gritos de alegría, risas, abrazos y lágrimas se desarrolla una gran celebración.

En algunos países de habla hispana se canta una legendaria canción, anunciando vida nueva, salud y prosperidad para los días venideros.

Tal vez el pensamiento que tuvo Pedro Juan Meléndez Comas al escribir esta canción, se enfocó en lo que podría ser considerado el anhelo ideal de todo ser humano. Porque, ¿Quién no desea salud y prosperidad? ¿Quién no desea ser feliz? De hecho las tarjetas navideñas en su mayoría evocan este deseo. Yo interpreto la idea del autor diciendo que, lo pasado debe quedar en el pasado. Cada nuevo año es una novedad de vida, y justamente es de este tema que hoy quisiera hablarles.

Hoy hablaremos entonces de la vida nueva, de la vida renovada. Y no se trata de repetir algunas palabras como si fuera algo mágico. ¡Claro que no mi estimado amigo! ¡Esto no funciona así!

Tal como al finalizar cada año se busca renovar algo en el hogar, de igual manera, al iniciar un nuevo año es necesario revisar nuestros corazones. Es decir, debemos revisar nuestra vida espiritual tanto más que nuestro cuerpo o que nuestras posesiones materiales.

Porque definitivamente, si nuestra principal prioridad fuera renovar nuestro corazón y nuestra alma, nuestra sociedad: Las familias, los gobiernos, las escuelas y demás estamentos, tendrían un cambio. Pero si miramos alrededor, ¿Qué se observa? Asesinatos…Sobornos… Chantajes… Mentiras... Robos... Extorsiones... Corrupción... Violencia. ¡Esto es lo que se observa, entre muchos otros acontecimientos que encienden la alarma de que otro Gran acontecimiento se está desencadenando!

Sin embargo, antes de que eso suceda, cada ser humano en esta tierra debe ponerse a cuentas con su Creador. Toda persona debe aprovechar la oportunidad para ordenar su vida. Es más, debo decir enfáticamente que ha llegado el momento decisivo de rendir el corazón al Señor Jesucristo ¡Porque los tiempos son peligrosos! No se le puede garantizar a ninguna persona que antes de morir tendrá oportunidad para el arrepentimiento, pues, ya le ha sido dada.

Estimado amigo, no espere a que los días se tornen peores para tomar la decisión de recibir a Jesús como su Señor y Salvador. No en vano la Escritura dice:

“En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. (2 Corintios 6:2)

Si ya tienes a Jesús. Si le pudiste recibir en tu corazón,

Tienes ahora para celebrar una real y auténtica razón.

Al estar en Cristo te conviertes en una nueva criatura,

Se transforman en paz y gozo el dolor y la amargura.

 

Sigamos celebrando aunque el año ha terminado,

Celebremos todos los días, Jesús es nuestra razón.

Somos nuevas criaturas, lo viejo ya fue sepultado,

Digamos ¡Aleluya! que es nuestra mejor canción.